Ovejas de una raza diferente. Conformar un pueblo de hijos de Dios, supone caminar como hermanos en Cristo. Esto significa seguir al Buen Pastor que es nuestro Señor Jesucristo, pero haciéndolo unidos y responsabilizándonos de todo lo que Dios nos ha puesto en sus manos. Ovejas, pero de una raza diferente.