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La TapaRevista UnidosUnidos 12

La Tapa – Unidos 12

By 19/02/2021No Comments

Una carta del Presidente Rubén Bruno

 

Han transcurrido ya casi cuatros años desde la Convención del 2015 donde se me eligió presidente, cuatro años de errores y aciertos, también de experiencias y aprendizajes.

Un tiempo durante el cual he tenido la oportunidad y privilegio de trabajar con diferentes hermanos en nuestra Junta, y es mi deseo (sobre todo a quienes ya no están) expresarles mi gratitud y reconocimiento por su labor y compromiso, también mis disculpas si en algo les ofendí, ya sea con mis palabras o actitudes.

Termina un año 2019 cargado de decisiones y cambios importantes en nuestra Unión, un año difícil y triste por las pérdidas tanto de Iglesias como de Pastores, sobre todo la de nuestro querido Pastor y Presidente Roberto Velert, toda una referencia dentro y fuera de nuestra Unión.

Un año donde nuestra Convención eligió nuevos Directores de Meta y Juventud, ratificó la nueva Presidenta de la UMMBE y a nuevos RRTT, por lo que a aquellos que nos han servido les decimos GRACIAS por vuestro servicio.

Ha sido un año de desgaste y entrega, pero también de reafirmar nuestras creencias en la Palabra y nuestro compromiso como Bautistas; tenemos mucho que realizar todavía, mucho que corregir y que mejorar, pero en eso estamos, por lo que sigo ilusionado y anhelando cumplir la voluntad de Dios y también con los encargos de nuestra Convención.

Tengo muy claro que debemos continuar dialogando, quitando de una vez por todas nuestros protagonismos y problemas personales que tanto daño nos hacen, y que nuestras fuerzas se centren en llevar el evangelio a todo nuestro país; ya lo dije el año pasado y me reitero en ello, en una Unión creada para alcanzar a nuestro país.

Mis viajes transcurren atravesando o sobrevolando ciudades, pueblos y aldeas, y siempre surge la misma inquietud y anhelo: debemos estar aquí, nuestra Unión debe hacer un esfuerzo en llegar a todos estos sitios; y en este sentido debemos potenciar nuestro esfuerzo humano y económico, siendo bondadosos y agradecidos en nuestro Plan Cooperativo y ofrendas de misiones.

En este apartado en concreto, también estamos trabajando con el propósito de poder realizar alianzas misioneras, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones de nuestra Convención en cuanto a teología y doctrina se refiere.

Por otro lado también entiendo que debemos tener más presencia en nuestra sociedad, que la voz del pueblo de Dios sea un referente ante tantas situaciones de injusticia y falta de paz.

Finalizando estas líneas, y espiritualmente hablando, animaros a que seamos personas sanas, formando parte de iglesias saludables, mirando hacia adelante con ilusión y esperanza, con la certeza y convicción de que nuestro Dios hará la obra, pero siendo partícipes de esa obra llevando reconciliación y perdón, ánimo y consuelo, justicia y paz, luz y vida eterna a una sociedad que necesita sentir que Dios existe y les ama.